Las redes sociales se dividen entre quienes apoyan y quienes repudian una incitación a responder a la violencia con más violencia, hecha por el diputado Guillermo Gallegos, expresidente la Asamblea Legislativa (Parlamento) y defensor de la pena de muerte.
"Si te veo matar a un delincuente, yo no te vi", publicó en su perfil de Facebook el parlamentario de GANA, que en su momento abogó por armar a la población para defenderse del azote de las pandillas en esta nación centroamericana.
Muchos seguidores aplaudieron este llamado a apropiarse de la justicia, pero otros alertaron sobre la violación de derechos humanos, el creerse por encima de la ley y la espiral de violencia que engendraría.
Gallegos, ahora vicepresidente del Órgano Legislativo, acusó a sus detractores de ser "defensores, ayudantes, colaboradores y novios o novias de los mareros", para ratificar lo que muchos denunciaron como una "apología del delito", postura recurrente en un político no exento de polémica y cuestionamientos.
Exjefe de bancada de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena) y miembro de su Consejo Ejecutivo Nacional hasta su cambio de partido, Gallegos fue investigado por favorecer con sus votos como diputado concesiones por más de medio millón de dólares a una asociación fundada por su esposa, Nora Romero, aunque el Tribunal de Ética Gubernamental lo absolvió.
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Además, Gallegos promovió desde su escaño dar una amnistía para los policías procesados por lesiones o asesinatos cometidos durante enfrentamientos contra estructuras criminales, a despecho de lo que promueve el ministerio de Justicia y Seguridad Pública: una investigación del incidente en cuestión para garantizar que las fuerzas del orden actúen en apego a las leyes y los derechos humanos.
El presidente electo, Nayib Bukele, no se ha manifestado sobre las declaraciones de su correligionario, aunque en el Plan Cuscatlán, la plataforma de gobierno que presentó en enero pasado, propuso crear un equipo de seguridad enfocado en mejorar la situación de la violencia desde todos los ejes, no solo desde la represión.
Bukele, ganador de la presidencia salvadoreña en primera vuelta con el 53,03 % de votos válidos, enfrentó a su vez un juicio por expresiones de violencia contra la mujer, en perjuicio de la exsíndica Xochitl Marchelli, quien luego retiró los cargos alegando motivos de salud.