"Los resultados nos asignan la misión de actuar como fuerza política de oposición, papel que ejerceremos con el más alto sentido de lealtad a nuestro pueblo, con base en nuestros principios, valores y a nuestro proyecto transformador que permita nuevas conquistas sociales y la defensa de los logros alcanzados, vigilando que se cumpla lo establecido en la Constitución de la República", indicó la Comisión Política del FMLN en un comunicado oficial.
"Evaluaremos los resultados junto a nuestra militancia, tomaremos las medidas necesarias y estaremos sin duda acompañando al pueblo en la defensa de sus derechos sociales y políticos, conquistados junto al FMLN en las últimas décadas", añade el partido en el texto.
También felicitó a quienes ejercieron su derecho al voto, y a las instituciones que propiciaron un proceso electoral ordenado y democrático.
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Al respecto, el diputado Jorge Handal, hijo del líder histórico del FMLN, Schafik Handal, confirmó al Canal 33 de la televisión salvadoreña que el partido realizará un proceso interno de evaluación.
"Se necesita mucho más que reingeniería en el FMLN, se necesita una transformación", estimó el analista político Jorge Villacorta, entrevistado por la radioemisora 102.9, un criterio secundado por muchos y rechazado por otros, entre ellos Nidia Díaz, firmante de los Acuerdos de Paz que pusieron fin a la guerra civil (1980-1992) y jefa de bancada del Frente.
Díaz afirmó que "se ha producido un fenómeno, que evidencia como la visión antipartido ha prevalecido en el país, eso hay que reflexionarlo a la luz de este tiempo, cómo una batalla de percepciones negativa hacia la gestión del gobierno del FMLN y el que hacer del FMLN se tornó mayoritariamente".
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Más duras fueron las declaraciones de Fidel Fuentes, alcalde del FMLN en San Marcos, quien aseguró al diario local El Mundo que "el mejor esfuerzo que puede hacer la dirección nacional es organizar su dimisión para dar paso a una nueva conducción. La dirección debe con mucha humildad liberar del secuestro personal en que ha tenido al partido".
Bukele, exalcalde de Nuevo Cuscatlán y San Salvador por el FMLN, ganó las presidenciales en primera vuelta con el partido derechista Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA), al recibir un 53,027% de los sufragios válidos, según el escrutinio preliminar.
Luego de ser expulsado del FMLN, Bukele se unió al Cambio Democrático de centroizquierda, que fue clausurado por el Tribunal Electoral, y posteriormente se adhirió a GANA.
Carlos Calleja, de la coalición Alianza por un nuevo País, obtuvo el 31,7%, Hugo Martínez del Frente sumó el 14,4% y Josué Alvarado, de Vamos, apenas un 0,78%, según el escrutinio preliminar.
