“Los candidatos Evo Morales y [su vicepresidente] Álvaro García han recibido el 89,7% de los votos de su partido, al computarse el 77% de las actas de escrutinio”, dijo la presidenta del Tribunal Supremo Electoral, María Eugenia Choque, al presentar en conferencia de prensa los resultados oficiales preliminares de los comicios.
El reporte oficial inicial dio cuenta de una gran diferencia de participación en las primeras elecciones primarias del país, que varió entre un 35% de los militantes registrados del gobernante Movimiento al Socialismo y un promedio de apenas 5% entre los partidos opositores, que habían llamado a la abstención.
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La convalidación de la repostulación presidencial de Morales se daba por segura porque, en su condición de candidato único del MAS, necesitaba en realidad solo un voto válido para cumplir la formalidad de haber superado las primarias.
Lo mismo ocurrió con los candidatos opositores, que además aprovecharon el proceso de las elecciones internas partidarias para denunciar dentro y fuera del país la supuesta ilegalidad de la candidatura de Morales, aceptada por el TSE en cumplimiento de una sentencia del Tribunal Constitucional.
Las primarias bolivianas resultaron atípicas no solo por la falta de competencia interna, debido a la inscripción de candidaturas únicos en todos los casos, sino también por el ánimo de fiesta y demostración de fuerza con que concurrió el oficialismo frente a los reproches de la oposición.
Los resultados oficiales preliminares mostraron que por cada voto opositor hubo casi diez votos oficialistas.
Según el TSE, cuando se había computado en promedio el 80% de las actas de sufragio, los ocho partidos y frentes opositores sumaban 36.000 votos de sus militantes, frente a 350.000 votos del MAS.
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Con menor apoyo absoluto, aunque igualmente habilitados para las generales, resultaron los candidatos Ruth Nina del Partido de Acción Nacional Bolivia, Jaime Paz Zamora del Partido Demócrata Cristiano, Víctor Hugo Cárdenas de Unidad Cívica Solidaridad, Virginio Lema del Movimiento Nacionalista Revolucionario e Israel Rodríguez del Frente para la Victoria.
La presidenta del TSE afirmó que la primera experiencia nacional de elecciones primarias dejaba en evidencia el desafío de lograr en futuros comicios similares una mayor competencia interna en cada partido y una mayor participación de los militantes.
