El crédito de la entidad de financiación pública de la Unión Europea se destinó a la puesta en marcha de una planta de generación de energía eléctrica a partir de biomasa en la provincia de La Coruña.
"Este caso ilustra la falta de transparencia en el planteamiento del BEI de sus proyectos de financiación, algunos de los cuales tienen un impacto medioambiental enorme", señala Anna Heslop, abogada de ClientEarth.
La organización se queja de opacidad del banco europeo en la toma de decisiones y sobre la documentación de los proyectos que apoya.
"Aunque utiliza dinero público, el BEI proporciona mínima información sobre sus decisiones de financiación y se niega a sujetar dichas decisiones al escrutinio requerido por la ley de la UE", alega la letrada.
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Greenalia confirmó el pasado julio que había logrado una financiación total de 125 millones de euros- incluida la aportación del BEI- para su planta de biomasa de la localidad de Curtis-Teixeiro.
El proyecto, según la empresa, tendrá una capacidad de aproximadamente 50MW y permitirá generar 324 GWh al año a partir de residuos forestales.