La unidad, situada en la región de Moscú, se transformó posteriormente en el Centro de Entrenamiento de Cosmonautas Gagarin.
— ¿Cómo llegar a ser cosmonauta hoy en día?
Shkáplerov: El primer grupo de cosmonautas constaba de pilotos militares seleccionados de toda la Unión Soviética. Ahora, la selección está abierta. No solo aceptamos a pilotos militares e ingenieros espaciales, sino también personas con cualquier grado de educación superior y buenas habilidades deportivas. Todos pueden ver los requisitos necesarios.
Jarlánov: Si se quita el componente militar y se ve a los cosmonautas como personas vivas, que son en primer lugar románticos y en segundo lugar patriotas, y una simbiosis tan maravillosa les permite convertirse en héroes, entonces podemos decir que hoy en día es un enfoque globalizado que les permite sentirse como ciudadanos del mundo. Antes, durante la Guerra Fría, había una rígida división en países que representaban al bloque socialista, capitalista, y era extremadamente difícil definir otras cosas además de este componente.
— ¿Cuándo podrá un hombre ir más allá de la órbita de la Tierra?
Shkáplerov: Ya tenemos planes claros. En el 2022 planeamos un vuelo en la dirección de la Luna, pero por ahora sin tripulación. En el 2024, planeamos el primer vuelo a la Luna, dejando la habitual órbita de la Tierra. Este plan ya fue establecido por nuestro Gobierno y los recursos financieros ya se asignaron. Se está construyendo una nueva nave espacial y un nuevo cohete para la nave. Todo va según lo previsto.
Jarlánov: Con todo eso, cualquier plan puede ser corregido. La tarea que se le ha encomendado a Dmitri Rogozin —director general de Roscosmos- es crear un modelo que sea financieramente eficaz, y que nos permita tener claras las prioridades científicas de otras agencias espaciales. En segundo lugar, otras potencias, que también se precipitan al espacio, nos hacen dudar de que algunos planes puedan cumplirse a tiempo. Pero no es una tragedia, porque la agencia espacial (Roscosmos) es una gran familia y es necesario construir más puentes que ocuparse de las ambiciones de sus propios poderes.
— ¿Qué tan cerca están las posiciones de EEUU y Rusia en el espacio?
Jarlánov: Rogozin tenía previsto volar a la NASA para coordinar ciertas cosas, hubo acuerdos serios sobre vuelos hacia Venus, pero no sucedió. Es decir, el proceso continúa, nunca se interrumpe, pero al mismo tiempo existen ambiciones políticas y el espacio se está convirtiendo, por desgracia, en rehén de este juego político.
- ¿De qué sirven ahora los vuelos al espacio para una persona promedio?
Shkáplerov: Se llevan a cabo muchos experimentos, principalmente dirigidos a estudiar cómo se comporta el cuerpo humano en el espacio, incluyendo, desafortunadamente, cómo los factores de los vuelos espaciales como la ingravidez y el aumento de los niveles de radiación afectan al cuerpo humano. Todo se hace para que en el futuro podamos dejar la órbita de la Tierra e incluso el sistema solar para comenzar a colonizar otros planetas.
Además, en la Estación Espacial Internacional se cultivan muchos cristales diferentes. El cristal tiene una red hexagonal que es imposible obtener en la Tierra debido a la gravedad. Por más que lo intentes, no habrá ángulos perfectos.
También producimos cepas medicinales. Por supuesto, se trata solo de los medicamentos más importantes que están destinados a combatir el cáncer, el SIDA. Es decir, las cepas se cultivan en el espacio y luego en la Tierra, en las plantas farmacéuticas, comparan el lote con este ideal.