"Obviamente, va a depender de qué tan rápido pueda normalizarse esta situación, esperamos que esto sea lo antes posible", dijo Díaz de León durante un seminario de Perspectivas Económicas 2019, en el campus de la Ciudad de México del Instituto Tecnológico Autónomo de Monterrey (ITAM).
Los efectos negativos en la actividad económica son posibles; pero el gobernador del banco central confió en que el suministro de hidrocarburos se normalice lo más rápido posible.
Sin embargo, el presidente Andrés Manuel López Obrador, que presenta un informe cotidiano de un plan contra el robo de combustible que ha afectado la distribución, se negó a ofrecer una fecha estimada para la normalización del servicio, para evitar críticas en caso de que la meta no se cumpla.
El titular de banco del Estado se congratuló de la declaraciones del mandatario acerca del respeto a la autonomía de la institución encargada de vigilar la política monetaria y el control de la inflación.
Pero acotó que su mayor defensa "está en la sociedad que no quiere regresar a inestabilidad financiera, porque la estabilidad es un bien público".
Otros factores de riesgo en la segunda economía latinoamericana son la baja productividad y el "impacto indirecto por la relación comercial entre EEUU y China", enfrascados en una guerra comercial, que apunta a causar una desaceleración económica a nivel mundial".
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En la economía mexicana, el componente más dinámico es "el consumo interno, que ha mantenido un dinamismo favorable", en tanto que la inversión ha mostrado "cierta volatilidad", que constituye un reto para la política económica del Gobierno, que busca incrementarla en 20 por ciento anual.
Finalmente, mencionó la contracción de la minería, la baja actividad de la industria petrolera y un entorno inflacionario como riesgos para 2019 y 2020, los dos primeros años del sexenio de López Obrador.