"Mi deber, como titular del interior, es proteger las fronteras del Reino Unido, además de proteger la vida humana", ha declarado.
Un total de 539 migrantes intentaron cruzar el Canal de la Mancha en barcos pequeños en 2018, según datos del ministerio del Interior.
El 80% aproximado de los mismos (unos 434) hizo la travesía el último trimestre del año, de acuerdo con las mismas fuentes.
"La gente no debería embarcarse en este viaje tan peligroso y, si lo hacen, necesitamos enviarles un mensaje potente de que no van a tener éxito", señaló el ministro en una visita a Dover, principal puerto de Inglaterra.
Javis puso en duda el estatus de la última oleada de migrantes y recordó que el asilo se ha de solicitar en el primer país considerado seguro, según las normas de la Unión Europea.
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"Se ha de cuestionarles esta pregunta: si usted es un genuino solicitante de asilo, por qué no lo ha solicitado en Francia, que es un país seguro", resaltó el ministro saltando la alarma en las organizaciones humanitarias.
Javis declaró la situación marítima de "incidente grave" y canceló sus vacaciones familiares en un safari de Sudáfrica para retomar el control el último día del año.
"Si alguien está en un bote en el Canal y su vida corre peligro tenemos el deber, como seres humanos, de ayudarlo y creo que debemos tratar el número de refugiados en toda Europa como una cuestión que requiere atención", advirtió por su parte el líder laborista, Jeremy Corbyn.
Un sector crítico en la izquierda política y en ONGs sospecha que la entrada en acción del ministro y su dura retórica en migración forman parte del rodaje final del Brexit o de su propia campaña para optar al liderazgo conservador si queda vacante por voluntad propia o forzada de la primera ministra Theresa May.