"No creemos que cualquiera de los actores políticos y militares del mundo represente una amenaza directa para nuestra seguridad, hoy en día resulta difícil imaginar que alguien se atreva a atacar a Bielorrusia como ocurrió en el siglo pasado cuando perdimos una tercera parte de la población en la Segunda Guerra Mundial", dijo Makéi al ser interrogado al respecto por el medio japonés NHK.
Preguntado si semejante amenaza proviene de Rusia, el ministro dijo que tampoco Moscú podría considerarse una fuente de peligro.
Sin embargo, el alto diplomático destacó una serie de factores preocupantes en el ámbito de la seguridad internacional, entre ellos "las acusaciones recíprocas y la confrontación geopolítica entre Oriente y Occidente, entre Rusia y EEUU, la suspensión por este último del Tratado INF sobre misiles de alcance medio y más corto, conflictos latentes y nuevos, y en general un aumento de la retórica acusadora entre las partes".
En opinión de Makéi, se puede hablar con certeza de que el mundo entró en "una nueva espiral de la carrera armamentista".
"Vemos lo que ocurre ahora en los países vecinos miembros de la OTAN, se instalan nuevas bases militares, la OTAN se está ampliando hacia el este, y estas bases se están desplegando cerca de nuestras fronteras", constató.
En Polonia y los países del Báltico, recordó, "se escuchan las nuevas declaraciones de que es necesario emplazar a militares estadounidenses" y algunos países, como Polonia, "incluso están dispuestos a asumir los gastos necesarios".
"Partimos del principio de la conveniencia razonable, de la necesidad de garantizar la capacidad defensiva adecuada de nuestro Estado", aseveró.
Si surge una amenaza directa a la seguridad de Bielorrusia, afirmó, "debemos estar preparados a rechazar cualquier agresión".
Anteriormente, Polonia propuso que EEUU despliegue en su territorio un contingente militar permanente y se ofreció a asumir los gastos, de entre 1.500 y 2.000 millones de dólares.
La propuesta fue hecha en el contexto bilateral y fuera del marco de la OTAN, y el presidente polaco, Andrzej Duda, incluso propuso bautizar la base estadounidense 'Fort Trump' en honor al actual presidente de EEUU.
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El presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, dijo por su parte que desaconseja que Polonia instale "bases sobrantes".
De lo contrario, Moscú y Minsk se verán obligadas a dar una respuesta, advirtió el mandatario bielorruso.