Se indica que para redactar ese plan, "95 organizaciones que cubren 16 países han estado trabajando conjuntamente a fin de establecer una respuesta integral a las urgentes necesidades de millones de migrantes y refugiados de Venezuela y sus comunidades de acogida".
"Es el primero de este tipo en las Américas: un plan operacional, con una estrategia y formato de coordinación destinado a responder a las necesidades de los venezolanos que se encuentran en movimiento y que asegura su inclusión social y económica en las comunidades que los reciben", destaca el documento.
"Son familias, mujeres solas, niños, jóvenes de ambos sexos, todos ellos en condiciones de extrema vulnerabilidad. La única opción que tuvieron fue irse del país —a veces debiendo caminar durante días— buscando una vida digna y la posibilidad de construir un futuro", dijo Eduardo Stein, Representante Especial Conjunto de ACNUR y OIM para los refugiados y migrantes venezolanos.
António Vitorino, director general de la OIM, destacó que ese organismo se compromete "a ampliar su apoyo a los Gobiernos de América Latina y el Caribe que han brindado asistencia y solidaridad a los migrantes venezolanos durante el último año".
Por su parte el Alto Comisionado de ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, señaló que la "solidaridad de los países de América Latina con los venezolanos ha sido aleccionadora".
Tema relacionado: ONU: el número de migrantes venezolanos en el mundo alcanza los 3 millones
Los requerimientos de fondos del RMRP para el año 2019 ascienden a la suma de 738 millones de dólares estadounidenses destinados a 2,7 millones de personas en 16 países, de las cuales 2,2 millones son venezolanas, y a otras 500.000 pertenecientes a las comunidades de acogida.
Se estima que en 2018 un promedio de 5.500 personas han estado abandonando Venezuela cada día.
Brasil también llegó a ser un punto de acogida importante, mientras México, el Caribe y los países de Centroamérica fueron elegidos por una cifra menor de venezolanos, tendencias que podrían mantenerse en 2019.
El Gobierno de Venezuela rechaza los datos de migrantes venezolanos calculados por agencias internacionales y asegura que las cifras han sido manipuladas para argumentar las denuncias internacionales de crisis humanitaria y promover la invasión a su territorio.