“El TSE (Tribunal Supremo Electoral) no ha actuado como poder autónomo, poniendo en duda las bases de la democracia y abriendo un futuro incierto para los bolivianos”, dijo la Conferencia Episcopal Boliviana en un comunicado leído a la prensa por su secretario general Aurelio Pesoa.
El clero católico, frecuentemente enfrentado al izquierdista Morales, se sumó así a la ola de condenas y anuncios de paros, bloqueos y otras protestas con que partidos y grupos de oposición han reaccionado ante la decisión del TSE del martes de habilitar la postulación de Morales a un cuarto mandato consecutivo.
Con esa resolución, el TSE dejó a un lado el resultado de un referendo de 2016 que rechazó la reelección indefinida y acató en cambio una sentencia del Tribunal Constitucional favorable a los planes de permanencia de Morales en el poder.
Agregó, repitiendo conceptos de un comunicado episcopal del mes pasado, que la habilitación de la candidatura de Morales era un “intento de ignorar y manipular la voluntad del pueblo y las normas constitucionales”.
Los obispos pidieron luego en su declaración que las movilizaciones de protesta anunciadas por la oposición se desarrollen en forma pacífica.
Morales, en el poder desde 2006, ha quitado al catolicismo el rango histórico de religión oficial de Bolivia, garantizando en cambio la libertad de cultos.
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