"El intento de imponer reglas a otros [países] en una era de conocimientos, comunicación y expansión de las habilidades no solo es inmoral, sino que está condenado al fracaso", señala Sachs.
"Eso no resultó muy bien, porque el Gobierno sirio tiene amigos —Rusia, Irán— que lo defendieron y aunque EEUU estaba allí tratando de desestabilizar lo que ocurrió, sin ninguna sorpresa, fue una catástrofe: una invasión de armas y yihadistas hacia el pequeño país, violencia y la salida de millones de refugiados", explica.
Sin embargo, el experto lamenta que a pesar de estas evidencias los políticos estadounidenses sigan ignorando las graves consecuencias que provoca el deseo de EEUU de erigirse como el policía del mundo.
"Los políticos estadounidenses a menudo no lo entienden porque el instinto es: 'Somos excepcionales. Estamos al control. Tenemos que decidir quién está en el poder'", afirmó.
"Lean nuestro periodismo. Editorial tras editorial The Wall Street Journal dice: ¡Cambien ese régimen!" señala el experto, al tiempo que se pregunta "¿Qué tipo de política exterior es esa en la que EEUU tiene que decirle a otros países que tipo de Gobiernos deben tener?".
Y termina respondiéndose a sí mismo: "Bueno, es una política exterior condenada al fracaso".