Se trata de una cifra inferior a la del Ministerio del Interior de España o la de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, que listan 853 y 829 víctimas mortales respectivamente.
También precisa que llevó a cabo 365 atentados contra la Guardia Civil, en los que resultaron muertos 186 agentes; que en 215 acciones contra diferentes cuerpos policiales españoles fallecieron otros 139; y que en 147 acciones contra el Ejército español murieron 101 militares ("entre ellos un almirante, dos vicealmirantes, doce generales, 31 coroneles, siete capitanes y once comandantes", según detalla la propia organización), además de once funcionarios civiles de la Armada.
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Además, ETA asume un total de 2.604 acciones, cuyos objetivos enumera, a lo largo de las décadas en que esta organización armada fue modificando su estrategia, y critica algunas de ellas, como determinados atentados y secuestros.
La organización justifica asimismo en esta publicación su disolución al afirmar que la lucha armada "había perdido la capacidad de provocar escenarios políticos nuevos en el camino de la autodeterminación" y reproduce la declaración de reconocimiento del daño causado que emitió el pasado 8 de abril, en la que se decía que "ETA reconoce la responsabilidad directa que ha adquirido en este dolor, y desea manifestar que nada de todo ello debió producirse jamás o que no debió prolongarse tanto en el tiempo, pues hace ya mucho que este conflicto político e histórico debía contar con una solución democrática justa".