En una sentencia emitida el 18 de octubre, el Tribunal Supremo estableció que los bancos debían ser los responsables de abonar los impuestos relacionados con la concesión de créditos hipotecarios.
La agencia de calificación Moody's calcula que esta decisión implicaba que los bancos tendrían que asumir el pago de reembolsos por valor de entre 3.500 y 4.000 millones de euros, aunque informaciones publicadas este viernes por el diario El Mundo elevaban este cálculo hasta los 6.500 millones.
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La reinterpretación de la ley supuso, tal y como señaló el Supremo en un comunicado, una "modificación de la jurisprudencia anterior".
La decisión, además, tiene en cuenta "la enorme repercusión económica y social" del fallo.
En consecuencia, la sentencia queda sin efecto y los clientes no podrán reclamar el rembolso de los impuestos pagados.
Ahora, el Tribunal Supremo tendrá que revisar el caso y decidir si confirma o no el giro jurisprudencial.