"La invitación permanece para que los demócratas se sumen; no todos van a actuar de la manera que a mí me gustaría o como yo sugeriría, incluso una persona con la formación que él tiene", dijo Haddad, citado por el diario Folha de São Paulo, sobre la negativa del expresidente Fernando Henrique Cardoso (1995-2003) a apoyar su candidatura.
Pero Cardoso aseguró este miércoles en un acto en São Paulo que la "puerta" para el diálogo que hace unos días dijo que había entre ambos ahora está "oxidada" y con la herradura "endurecida".
La candidatura de Haddad acumula varios reveses en poco tiempo.
A inicios de la semana Cid Gomes, hermano del excandidato presidencial Ciro Gomes, del Partido Democrático Laborista (PDT, centroizquierda) fue muy crítico con el PT y aseguró que se merecía perder las elecciones por no haber hecho autocrítica.
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El PDT de Gomes, que quedó tercero en la carrera presidencial con casi 13 por ciento de los votos, apenas manifestó un apoyo "crítico" a la candidatura de Haddad frente a Bolsonaro.
Haddad, que sustituyó a último momento al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011) como candidato presidencial del PT, tampoco consiguió grandes apoyos más allá de lo esperado en el ámbito de la izquierda.
La dirigente y exministra ambientalista Marina Silva (Rede) y el exiministro de Hacienda Henrique Meirelles (Movimiento Democrático de Brasil), situados entre el centro y la centroderecha, evitaron darle apoyo explícito.
El expresidente del Tribunal Supremo Federal, Joaquim Barbosa (que barajó presentarse a estas elecciones hace meses pero acabó desistiendo), tampoco se pronunció, a pesar de que en los últimos días había rumores de que se expresaría públicamente a favor de Haddad.
Según la encuesta divulgada el 15 de octubre por el Instituto Brasileño de Opinión Pública y Estadística (Ibope) Bolsonaro se impondría con 59 por ciento de los votos a Haddad, que obtendría 41 por ciento.