Esto llevó al científico inglés Charles Darwin a explorar las islas a pie, un trabajo que terminó siendo fundamental para su "Teoría de la evolución", que revolucionó la ciencia.
En estas penínsulas se pueden encontrar especies como las tortugas gigantes, el pingüino de Galápagos, el piquero de patas azules, varias especies de iguanas, o los pinzones de Darwin.
Sin embargo, su atracción turística ha llevado a que se encuentre en riesgo, debido a la cantidad de personas que la visitan. En este contexto, surgen organizaciones que promueven un tipo de voluntariado que colabora con la conservación del lugar.
"El turismo afecta notoriamente el hábitat natural. Entonces lo que se intenta hacer con los voluntarios, es contrarrestar esto, manteniendo la flora y la fauna en su entorno natural", explicó a Sputnik Nicolás Bertone, coordinador general de Ser Voluntario, una institución que trabaja desde Argentina organizando viajes a Galápagos.
Durante la estadía el joven dedica la mañana para realizar las tareas de conservación, de acuerdo a las necesidades de la península, una de las más pintorescas es darle de comer a las tortugas gigantes.
"Las actividades pueden ser erradicación de flora invasora, como por ejemplo, la guayaba, también puede ser limpieza de la línea costera, alguna actividad para la población, y la más linda para los voluntarios ir a la galapaguera, que es el centro de crianza de las tortugas de Galápagos, en donde el voluntario no abona la entrada al parque, y tienen la tarea exclusiva de darle de comer", señaló Bertone.