"Diría que estamos en un brete, literalmente, porque el Gobierno no tiene ninguna intención de mover el tipo de cambio, y ahí está el origen del desbalance comercial entre los dos países", afirmó Rodríguez, gerente del privado Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).
Señaló que Bolivia tiene una balanza comercial positiva con Argentina, pero la situación se invierte drásticamente si no se considera al gas natural, que genera aproximadamente el 90% del valor de las ventas bolivianas al mercado argentino.
Según el IBCE, en los primeros siete meses de este año Bolivia registró un saldo comercial positivo de 330 millones de dólares con Argentina, producto de exportaciones por 911 millones e importaciones por 581 millones.
Pero si se quita al gas de la relación comercial, el saldo para Bolivia sería deficitario en más de 500 millones de dólares en ese período, indicó el experto.
"Ése es el déficit al que hay que prestar atención, con medidas imaginativas para al menos contenerlo, si no podemos revertirlo", remarcó Rodríguez.
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Consideró urgente la aprobación de medidas de fomento a la producción y a las exportaciones, asegurando que las mismas son frecuentes en el comercio internacional.
"Si en 2011 un dólar se cotizaba en cuatro pesos argentinos, hoy día vale diez veces más en moneda argentina, mientras que en todo este tiempo la cotización de la moneda estadounidense en Bolivia no se ha movido ni un centavo", dijo.
Advirtió que no ve ninguna señal de que el Gobierno boliviano intente cambiar su política monetaria, porque el cambio fijo es una de sus claves de control de la inflación y garantiza la "bolivianización" del sistema financiero, en desmedro del dólar.
Esto puede resultar "comprensible" para la situación económica general, pero resta competitividad a los exportadores, resumió.
Rodríguez agregó que, en esta situación, los productos bolivianos resultan muy caros en Argentina mientras las manufacturas argentinas, importadas legalmente o de contrabando, vienen cada vez más baratas y comienzan a inundar el mercado local.
El experto citó a bananos y palmitos como los productos agrícolas bolivianos más afectados por la depresión del mercado argentino.