"La logística de producción y distribución está asegurada, ahora estamos completando los trámites legales que consolidarán este proyecto, que es la asociación más grande entre el Estado y el sector privado", declaró la autoridad a los medios de comunicación.
"Esta es una revolución, sin duda, porque se trata de lanzar un producto que nos ahorrará divisas, será amigable con el medio ambiente y generará un movimiento económico de gran importancia", señaló Sánchez.
La producción de etanol arrancó en mayo pasado en el departamento oriental de Santa Cruz como novedad principal de la zafra azucarera de este año y se extenderá a partir de 2019 a los ingenios de los distritos de Tarija y La Paz, según los planes oficiales.
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El pacto Gobierno-privados consiste básicamente en que el Estado garantiza por tiempo indefinido el mercado para el etanol, con una ley y otras normas, a cambio de que los empresarios del agro inviertan hasta 1.600 millones de dólares hasta 2022 en la ampliación de cañaverales y las construcciones industriales necesarias.
Según el plan anunciado en mayo, los ingenios azucareros prevén producir y vender a YPFB este año unos 80 millones de litros de etanol e incrementar esa producción a por lo menos 300 millones de litros hasta 2025.
Para ello, se prevé que en el mismo plazo los cultivos de caña, sólo en Santa Cruz, se duplicarán, para llegar a 35.000 hectáreas.