"El cierre de la frontera es impensable porque es ilegal; tenemos que cumplir la ley, y la ley brasileña determina la acogida de refugiados e inmigrantes en esta situación", dijo este 20 de agosto el ministro del Gabinete de Seguridad Institucional, Sergio Etchegoyen, en declaraciones recogidas por el diario local Folha de Sao Paulo.
Etchegoyen resaltó que al margen de que un eventual cierre de la frontera es ilegal, "no ayudaría en nada" desde el punto de vista humanitario.
El 18 de agosto un grupo de brasileños quemó las tiendas de campaña y pertenencias de decenas de venezolanos, y alrededor de 1.200 inmigrantes se vieron obligados a volver a su país, en el brote de xenofobia más grave registrado hasta la fecha.
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El presidente brasileño, Michel Temer, ordenó el envío de 120 hombres de la Fuerza Nacional (que empiezan a llegar este 20 de agosto) y el refuerzo de las medidas de acogida que se estaban llevando a cabo hasta ahora, y que las autoridades de Roraima consideran insuficientes.