La nueva primera dama del Paraguay abrirá a sus 44 años las puertas de una oficina que estuvo cerrada durante dos períodos consecutivos.
Con una agenda propia, Silvana participó en diversos actos de campaña de Abdo Benítez en busca del voto femenino. El 24 de febrero, Día de la mujer paraguaya, la actual primera dama tuvo su "bautismo" público con un discurso dirigido a las votantes de su esposo, convirtiéndose en una pieza clave de la campaña del partido Colorado.
La primera dama ha tratado así de alejarse de un pasado familiar estrechamente vinculado con el exdictador paraguayo Alfredo Stroessner (1954-89), con el que la familia del presidente Abdo Benítez tuvo también una fuerte relación.
Su abuelo, Don Nicolás Bo Parodi fue un poderoso empresario paraguayo que estuvo ligado a Stroessner durante su época dictatorial. Silvana creció en una familia de la alta sociedad de Asunción y estudió en el colegio San Andrés, uno de los más caros del país.
Luego de varios años, la pareja se volvió a encontrar. Él estaba divorciado de su primera esposa Fátima María Díaz Benza, con quien tuvo dos hijos. Abdo Benítez y Silvana se casaron y tienen un hijo en común.
"El amor eterno nunca se olvida", escribió el presidente en una imagen que compartió de la pareja en su cuenta de Instagram.
Durante su campaña, Benítez prometió a los paraguayos hacer énfasis en la inclusión y el desarrollo de las mujeres y que estás estarán presentes en su Gobierno. "La garantía de un buen Gobierno es tener a mujeres como compañeras de trabajo en los próximos cinco años", dijo cuando era candidato.