Las acusaciones contra Moscú provienen tanto de políticos de alto nivel como el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, como por parte de 'think-tanks' y medios de comunicación.
Según el académico, en primer lugar Rusia no ha aceptado en su territorio a nuevos trabajadores norcoreanos y solo emitió permisos de trabajo para aquellos que tenían un permiso vigente hasta 2019.
En segundo lugar, las empresas de Corea del Norte que operan en el territorio de la Federación de Rusia no han contratado trabajadores norcoreanos y sus actividades no han violado las sanciones de la ONU, asegura Toloraya en un informe publicado por NK News.
No obstante, la acusación más repetida contra Rusia es que suministra petróleo a Corea del Norte. Algunos medios insisten en que entrega hasta 600.000 toneladas de petróleo y derivados a Pyongyang, algo que supera el volumen de intercambios oficial entre Rusia y Corea del Norte.
Además, Rusia también es acusada de transportar petróleo hasta el país asiático por ferrocarril simulando que son cargas con destino a China. Expertos del Instituto Asan de Corea del Sur afirmaron que Rusia lleva productos derivados del petróleo al puerto de Jasán, de la región rusa de Primorie, como si tuvieran que ser enviados a China aunque realmente acaban en Corea del Norte.
"Es una afirmación totalmente ridícula porque, por un lado, no existe un enlace ferroviario entre Jasán y el territorio chino: no sería posible rellenar documentos en la aduana rusa para cruzar la frontera con cargamentos con destino a China desde la estación de Jasán. Además, la estación de Jasán está controlada por nuestros servicios de seguridad y la Policía", explica Toloraya.
El experto admite sin embargo que hubo algunas entregas de productos petroleros a Corea del Norte a través de Jasán mediante contratos legales, por cuotas, pero estos se realizaron durante la primera mitad de 2018. En concreto se trataría de varios miles de toneladas pero por debajo de las 10.000, y algunas de ellas compradas y utilizadas para el transporte y la calefacción de las empresas rusas que trabajan en Rajin —ciudad situada en Corea del Norte—.
¿Pero qué objetivo tienen todas estas acusaciones infundadas contra Rusia?
"En realidad vemos un montón de noticias falsas que están destinadas a perturbar las relaciones entre Rusia y Corea del Norte, así como a tensar las relaciones de Rusia con EEUU. Por último, otro objetivo es tratar de asustar a las empresas que están interesadas en hacer negocios legales con Corea del Norte", concluye el director del Centro de la Estrategia de Rusia en Asia.