"Condeno este ataque horrible que se llevó las vidas de los periodistas Orján Dzhemal, Kiril Rádchenko y Alexandr Rastorgúev", destaca el comunicado de Azoulay.
"Es muy importante para la sociedad en general que los periodistas puedan cumplir su misión de informar al público sin temer por sus vidas", indicó, al recordar que la Unesco lucha por aumentar la seguridad de los miembros del gremio.
La víspera, la Embajada rusa en la República Centroafricana comunicó que los cuerpos de los periodistas rusos asesinados en la República Centroafricana fueron enviados de Bangui a Moscú a bordo de un vuelo de la compañía aérea Air France.
Tres periodistas rusos murieron pasado el 30 de julio en una emboscada en la República Centroafricana.
Sus cuerpos fueron encontrados cerca de la ciudad de Sibut, situada al norte de la capital, Bangui.
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Según los datos de la ONU, unas 6.000 personas perdieron la vida durante el conflicto y casi un millón se vieron obligadas a abandonar sus hogares.
La Cancillería rusa había advertido que la República Centroafricana está inmersa en una crisis y ola de violencia, siendo escenario de constantes atracos a mano armada y asesinatos, por lo cual los visitantes a ese país están expuestos a grandes riesgos.