Hace tiempo Donald Trump prometió introducir serias sanciones contra Turquía por haber detenido al pastor evangélico Andrew Brunson. Las autoridades otomanas acusan a Brunson de colaborar con los participantes de la intentona golpista de 2016.
Según Ozulker, Washington no dio ni un paso en cuanto al problema relacionado con la FETO —la organización de Fethulá Gulen, teólogo turco y fundador del Movimiento Gulen, que también es considerada por las autoridades turcas como una entidad terrorista—. Por eso no tiene ningún sentido y es insensato ahora empeorar las relaciones con Turquía hasta el punto de no retorno por un simple pastor.
"Pienso que las partes llegarán a un acuerdo sobre el problema. En caso contrario, empezará una confrontación que afectará a ambos países", aseveró el exembajador a la vez que precisó qué daños podría sufrir Washington durante esta confrontación. El interlocutor opina que la posible respuesta de Turquía a la introducción de las sanciones estaría relacionada con la base aérea de Incirlik. Además, Ankara podría responder en Siria.
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"Al ponerse de acuerdo con Asad, Ankara puede infligir un serio daño para Washington y amenazar la presencia de sus tropas en Siria. […] ¿Que haría EEUU si Turquía se pusiera del lado de Rusia y Asad, si declarara que ha elegido otra vía política? Washington debería pensar en tal desenlace. El caso de Brunson sirvió de excusa para presionar a Turquía que deber ser considerado como un tipo de engaño. Washington no podrá librarse tan fácilmente del país otomano", señaló el exembajador.
"¿Qué hará EEUU tras el no de Turquía? ¿Empezará la guerra? Si Washington le impone sanciones, Turquía utilizará sus ases. Ankara bloqueará el sistema. Mira por ejemplo en Chipre, este país no forma parte ni de la OTAN, ni de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) […] Si bien nuestras potestades no son iguales, el mundo de hoy no es el mundo del siglo XX. Existen alternativas. Si se desencadena una guerra contra Turquía, el país otomano tendrá ases que usar contra EEUU", recalcó.
A su vez el periodista Mehmet Ali Guller considera que las declaraciones del vicepresidente de EEUU, Mike Pence, sobre la imposición del embargo son inaceptables. Ankara, según Guller, tiene que dar una dura y eficaz respuesta a tales declaraciones.
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El interlocutor de Sputnik considera que si el Partido de la Justicia y el Desarrollo deja en libertad a Brunson, este paso dañará su imagen de jugador serio. Además, las autoridades que reconozcan las amenazas de EEUU son incapaces de decir que actúen de una manera independiente en la región.
"El problema radica en el hecho de que el programa político del partido gobernante incluye un enfoque hostil hacia Siria, aliado de Rusia. Este programa constantemente amenaza a Turquía con ser involucrada en los planes de Washington. Cuando EEUU atacó Siria, el Partido de la Justicia y el Desarrollo se puso del lado de EEUU, este ejemplo señala que la política del equilibrio supone grandes riesgos. Por eso las autoridades turcas son incapaces de mantener sus posturas estratégicas", anotó el periodista.
Guller opina que es necesario que Turquía se ponga de acuerdo con Siria para poder oponer una eficaz resistencia a las amenazas estadounidenses.
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El interlocutor de Sputnik considera que Ankara tiene que resistir a todas estas amenazas no en las redes sociales sino aplicando acciones reales.
"Ante todo, Turquía tiene que responder a EEUU a través de Incirlik. Debe anular el acuerdo que fue firmado con EEUU el 20 de julio de 2015. Debe parar los vuelos de aviones estadounidenses en esta base. Incirlik tiene que cerrarse para EEUU. Después de eso, Ankara tiene que cerrar instalaciones como el radar estadounidense en Kurecik. De esta manera, el Estado otomano tendrá la oportunidad de construir unas relaciones con EEUU basadas en la igualdad y que no serán independientes de la aplicación de la política del palo y la zanahoria", concluyó el periodista.