"La movilización de los terroristas al norte de Afganistán no pasó inadvertida a los militares rusos. Los entrenamientos de aviadores en la base de Kant (…) se intensificaron notablemente a pesar del calor veraniego", señaló la unidad en una nota de prensa.
Militantes yihadistas en Afganistán se van trasladando cada vez más al norte, lo que supone una amenaza directa para las naciones de Asia Central.
Las bases militares rusas en Tayikistán y Kirguistán son el principal garante de la seguridad regional en este contexto y un factor clave para disuadir a ISIS (autodenominado Estado Islámico, red terrorista prohibida en Rusia y otros países) de pasar a acciones más enérgicas en la zona.
Además de la base aérea, que cuenta con aviones de ataques Su-25 y helicópteros de transporte Mi-8, hay un sitio de pruebas navales a orilla del lago Issyk-Kul, un centro de comunicaciones en Chaldavar y otro, sismológico, en Mailuu-Suu.
En 2009, los acuerdos correspondientes entre Biskek y Moscú fueron prolongados por 49 años con posibilidad de prórrogas automáticas por períodos de 25 años.