"Se hace cada vez más obvio que la investigación no está organizada de manera adecuada y está altamente politizada", escribió Kosachov en su cuenta de Facebook.
El 30 de junio pasado, los británicos Dawn Sturgess y Charlie Rowley ingresaron en un hospital tras perder el conocimiento en su domicilio de Amesbury, condado de Wiltshire.
La policía estableció que ambos fueron intoxicados con una sustancia de acción neuroparalizante.
Mientras Rowley sigue en estado grave, el 8 de julio Scotland Yard comunicó que Sturgess falleció, por lo que los detectives británicos lanzaron una investigación por asesinato.
El 9 de julio, el ministro de Defensa del Reino Unido, Gavin Williamson, acusó a Rusia de estar implicada en el ataque en Amesbury.