Como resultado de las detenciones de los migrantes que cruzan ilegalmente la frontera de EEUU, los menores que viajan junto a sus familias en la travesía son separados de sus padres y llevados a centros de internamiento.
"Lo que sucede no es correcto, respetamos la preocupación legítima del Estado por problemas de inmigración y seguridad, pero queremos que se respeten los intereses de los niños", dijo Boulierac.
Tras reconocer que EEUU estuvo respaldando durante muchos años los esfuerzos de Unicef en la ayuda a los refugiados menores de edad, a los solicitantes de asilo, a los migrantes disipados por todo el planeta, el funcionario constató que la actual práctica de EEUU "es un paso en dirección incorrecta".
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También comunicó que según estudios, el internamiento de los niños sin sus padres afecta inmediatamente su estado de salud.
