El 13 de junio, la coalición liderada por Arabia Saudí y Emiratos Árabes lanzó una ofensiva en apoyo de las tropas yemeníes para expulsar a los hutíes (rebeldes del movimiento chií Ansar Alá) de Al Hudaida, un puerto estratégico en la costa del mar Rojo.
"La liberación de Al Hudaida es crucial para la liberación de Sana", dijo Gargash en una rueda de prensa.
"La catástrofe humanitaria no permite que se deje todo como está", remarcó.
Gargash afirmó que el puerto de Al Hudaida es la principal vía por la que los hutíes reciben armamento pesado de Irán.
En el puerto, dijo, se encuentran unos 3.000 rebeldes hutíes y la toma del control del recinto es cuestión de tiempo.
El canciller emiratí señaló que las tropas gubernamentales yemeníes dejaron abierta la carretera que une Al Hudaida y Sana para que los rebeldes puedan marcharse sin obstáculos.
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El muelle, comunicó, sigue operando aunque los hutíes no dejan atracar a los barcos con ayuda humanitaria.
"Cuatro embarcaciones con ayuda humanitaria están esperando en la entrada al puerto", puntualizó.
El país árabe es escenario de un violento conflicto desde 2014 en el que las fuerzas del presidente legítimo, Abdo Rabu Mansur Hadi, luchan contra los rebeldes hutíes del movimiento Ansar Alá.
El conflicto yemení ha causado unos 9.500 muertos y casi 55.000 heridos, según un informe de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios.