Según la Organización Mundial de la Salud el suicidio es una realidad que exige un abordaje urgente, afecta a todas las regiones y es la tercera causa de muerte a nivel mundial entre personas que tienen entre 15 y 34 años.
En esta franja etárea la psicóloga precisó que, aunque la gran mayoría de los adolescentes transita por momento abrumadores, hay características personales específicas que llevan a tener comportamientos negativos.
En ciertos adolescentes "el sentimiento abrumador adquiere una dimensión mayor y se vive con mayor dificultad", y los jóvenes quieren parar con el sufrimiento psíquico que se siente.
"Quien tiene idea de que la vida no vale la pena, que nadie repara en él, hace que esto cobre una mayor dimensión y empiece a sufrir psíquicamente. Lo que siente es que no tolera vivir más así, pero no tiene que ver con la muerte, sino con vivir de esa manera", subrayó la especialista.
Entre las principales causas se encuentran el acoso permanente entre pares, conocido como bullying, la violencia en el noviazgo, el consumo de drogas y de alcohol y la exposición a situaciones que ponen en riesgo la vida, como los accidentes de tránsito.
Tema relacionado: Argentina es el cuarto país con más acoso escolar de América Latina
En cuanto a las formas de prevenir un acto de autoeliminación, la psicóloga destacó la importancia de estar atentos ante cambios de actitudes y estar dispuestos a escuchar.
"Hay que mostrar preocupación, prestar una oreja y prestarse uno para que el otro pueda contar. No se trata de hacerse cargo de sus problemas, sino de abrir un espacio donde el otro pueda sentir que hay alguien que lo quiere escuchar, que tiene disposición y que quiere ayudarlo", remarcó Larrobla.