Esta será la séptima elección desde la caída de la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989), y la primera en la historia de Paraguay que sólo tiene dos candidatos con chances de ser presidente.
"Las dos propuestas difieren muy poco en aspectos esenciales, como política económica, sí se diferencian un poco en lo social, y bastante de la historia previa de cada candidato", agregó.
Boccia Paz asegura que ni Abdo ni Alegre "quieren tocar un modelo económico" que ha hecho crecer el Producto Bruto Interno del país entre un 4 y 6% en los últimos años. Sin embargo, el problema está en que "los logros macroeconómicos, la falta de inflación y la estabilidad económica general no se traslada a la realidad social".
"Paraguay es uno de los países más pobres de la región y también uno de los que tiene la mayor desigualdad social", recordó el experto, quien señaló que es paradójico que un país pueda "crecer en lo macro y ser desigual y pobre internamente".
"Más de lo mismo" sería, entre otras cosas, no revisar en profundidad la carga tributaria del país, que tiene la tasa más baja de Sudamérica con apenas un 12%. "En algunos sectores clave, como la exportación de la soja, es de 0%", indicó el experto. El PC plantea aumentar la base tributaria, en cambio Alegre propone subir un poco los impuestos y hacer que tribute mucho más la industria tabacalera, con lo que se plantea atacar a uno de los negocios principales del actual presidente, Horacio Cartes, del PC.
"Ninguno de los dos candidatos está dispuesto a enfrentar al lobby financiero, al poder fáctico económico, a la oligarquía ganadera de los agronegocios", aseguró.
Otro de los temas de la campaña es la "la lucha contra la corrupción y la impunidad judicial". Aunque ambos candidatos incluyen en sus programas de gobierno, Alegre ha sido quien ha utilizado el tema como caballito de batalla.
No obstante, apuntó que la propuesta "es mucho más creíble" en el programa opositor que en el oficialista, porque el PC se "ha beneficiado largamente de una institucionalidad jurídica muy endeble que protege los grandes negocios y a los políticos fundamentalmente de ese partido, aunque no exclusivamente".
Sobre los temas que ninguno de los dos habló en campaña fueron los referidos a los derechos humanos.
"Los candidatos rehuyeron, como si se tratara de una peste, de discutir temas que pudieran enfrentarlos a la mayoría tradicional católica: educación sexual para adolescentes, aborto, matrimonio igualitario. De eso no se habló, fueron temas exiliados de la campaña electoral", afirmó.
"Si algo hicimos bien los paraguayos es construir un buen Instituto Electoral. Es creíble y que da resultados fiables y rápidos. Elegimos horrible, pero votamos muy bien", concluyó.
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Si este 22 de abril Abdo es electo, serán casi 70 años de colorados en el poder. Según las encuestas él es el candidato favorito.