"El 37% de los entrevistados cree que [la corrupción] disminuirá, frente al 44% de la encuesta realizada en septiembre del año pasado [2017]; para el 51% la corrupción continuará en la misma proporción de siempre (eran el 44% en la encuesta anterior) y para el 10% aumentará", remarca el informe.
Las investigaciones gozan de apoyo popular: el 84% cree que deben continuar, frente al 12% que considera que ya se cumplió el objetivo y debe terminar, y un 4% que no supo definirse.
El expresidente Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2011) está preso cumpliendo una condena de 12 años y un mes de cárcel por presuntos delitos de corrupción y blanqueo de dinero destapados a raíz de estas investigaciones.
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En el entorno del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda) se suele criticar que la Operación Lava Jato se haya ensañado especialmente con esa formación, mientras que políticos del conservador Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), por ejemplo, siguen en libertad a pesar de fuertes indicios en su contra.
También es mayoritario (57%) el porcentaje de brasileños que considera justo que se empiece a cumplir condena después de una sentencia en segunda instancia (el caso de Lula).
Sin embargo, el 36% considera que es mejor que una persona vaya a prisión después de que su proceso haya pasado por todas las instancias judiciales posibles, y un 6% no supo responder.
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La encuesta se realizó entre los días 11 y 13 de junio, en base a preguntas realizadas a 4.194 personas en 227 municipios de todo Brasil, informó Datafolha.