Con los años la baja incidencia del sarampión se debió a los niveles de inmunización, que en algunos países alcanzaron al 95% de la población. Sin embargo esto está cambiando. Aunque la OMS había declarado a la región de las Américas libre de esa enfermerdad, había indicado que el virus seguía activo en otros países del mundo, por lo cual existía el riesgo de que volviera a aparecer.
Lo que se temía sucedió. La Organización Panamericana de la Salud (OPS), informó que durante 2017 cuatro países de América reportaron casos de sarampión y nueve en lo que va de 2018. Esto se debe a un problema de desabastecimiento en el acceso a las vacunas.
"La OPS alerta a todos los países a que refuercen la vacunación. Por ejemplo en Brasil en la frontera está habiendo un brote a partir de migrantes, pero ese brote es de alguien que llega con la enfermedad y encuentra susceptibles. No hay que bajar los brazos y vacunar a todos. En la región ha habido problemas de desabastecimiento", explicó Graciela Pérez Sartori, infectóloga, integrante de la Comisión Asesora de Vacunas del Ministerio de Salud Pública de Uruguay.
En 2017 Europa aumentó en un 400% los infectados. De 5.273 se pasó a 21.315 casos. En esta región la reaparición está relacionada con los movimientos antivacunas que promueven que la población no se inmunice.
"Entre 2009 y 2014 se había logrado un buen nivel de vacunación, pero las campañas antivacunas están muy fuertes. En 2016 en España aparecieron casos de sarampión muy raros, en varias comunidades. Se hizo una investigación y se vio que muchos eran de esos círculos antivacunas y en 2017 se cuadriplicó la incidencia de sarampión, algo gravísimo", señaló Ruth Figueroa, portavoz del Grupo de Estudio en Vacunas de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica.