No se logró establecer el lugar exacto del naufragio ni su causa. Durante la investigación, se consideraron varias versiones, incluyendo el secuestro del submarino por EEUU. Vadim Saránov, columnista de Sputnik, recuerda la última campaña del Schuka y las versiones sobre lo que podría haberle sucedido.
El último radiograma
A pesar de una edad considerable, a principios de la década de 1950, el submarino participaba activamente en las operaciones. En el año del accidente, la tripulación del S-117 pasó 72 días en el mar y realizó 200 inmersiones.
A mediados de diciembre de 1952, la 90 brigada de submarinos, que incluía el S-117, realizó ejercicios en el mar de Ojotsk. El Schuka desempeñó el papel de explorador y dejó el puerto soviético antes que otros barcos, en la mañana del 14 de diciembre.
El último radiograma del barco fue recibido en la noche del 15 de diciembre: el comandante informó sobre el lanzamiento del segundo motor diésel, que varias horas antes había dejado de funcionar.
La flota se alarmó solo un día después de que el barco no respondiera a varias solicitudes del puesto de mando costero. Varios buques de rescate participaron en la operación de búsqueda, los guardias fronterizos y los soldados del Ejército rastrearon la costa. Sin embargo, no se descubrió el submarino ni siquiera el más mínimo indicio de un accidente, como rastros de gasóleo en el agua. A finales de diciembre de 1952, la operación se canceló.
Sin dejar rastro
Una de las principales versiones de la desaparición del Schuka fue una colisión con un buque de superficie. En particular, se sospechó que había chocado contra la nave Gornozavodsk que se encontraba en el área del accidente. La tripulación lo negó, tampoco se encontraron rastros de colisión en el casco del barco.
También se estudió la versión de una mina. El primer día de los ejercicios, los puestos de monitoreo costeros descubrieron una mina flotante en las cercanías de Jolmsk. Sin embargo, nadie vio ni escuchó una poderosa explosión. Además, en este caso habría al menos algunos restos u objetos del submarino en la superficie.
El factor humano también se consideró: errores de control durante la inmersión y las maniobras. No obstante, Vasili Krásnikov y otros oficiales del Schuka tenían un nivel alto de formación.
Secuestro estadounidense
El accidente del S-117 se cobró la vida de 52 marineros. Una vez finalizada la investigación, al comandante de la séptima flota naval, el vicealmirante Jolostiakov, lo amonestaron y además destituyeron al comandante y al oficial político de la 90 brigada de submarinos.
Esta no fue la única vez que un submarino desaparecía de los radares. El incidente de este tipo más reciente fue el caso del argentino San Juan, que desapareció mientras se desplazaba de la base naval de Ushuaia a Mar del Plata. Su búsqueda todavía continúa.