"Ahora, después de que se publicaran esas cifras (de los diplomáticos rusos expulsados) no queda la menor duda de que detrás de la provocación organizada en el Reino Unido están unas potentes fuerzas que se encuentran en EEUU y el Reino Unido", dijo Zajárova.
Zajárova señaló que en la cumbre de la UE la primera ministra británica, Theresa May, llamó a los países europeos a solidarizarse con su país y seguir la unidad del curso político, pero todos se olvidaron de que el Reino Unido había optado por el Brexit y abandona la UE.
La diplomática tachó de "absurdo" que los países europeos tras el Brexit sigan viviendo con esas decisiones tomadas en referencia al caso Skripal, mientras que el Reino Unido los abandonará haciéndose con todas las preferencias y dejándolos "atados con la llamada solidaridad".
En la cumbre de la UE celebrada la semana pasada, subrayó Zajárova, el Reino Unido no presentó ninguna información sobre lo que había ocurrido en su territorio pero sí hubo declaraciones políticas, llamamientos y exigencias para que todos se solidaricen con su posición.
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El 22 de marzo en la cumbre en Bruselas los líderes europeos apoyaron la evaluación de Londres sobre la "altamente probable" responsabilidad de Rusia por el caso Skripal, y decidieron llamar a consultas al embajador de la UE en Moscú, Markus Ederer.
Este 26 de marzo 16 países de la Unión Europea, así como Estados Unidos, Canadá, Albania, Ucrania y Noruega anunciaron expulsar a diplomáticos rusos por el caso Skripal.
Serguéi Skripal, exoficial de Inteligencia militar rusa reclutado en los años 90 por el servicio secreto británico MI6 y naturalizado en el Reino Unido, y su hija Yulia fueron hallados inconscientes el 4 de marzo cerca de un centro comercial en la ciudad de Salisbury, en Inglaterra.
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El 14 de marzo la primera ministra británica, Theresa May, responsabilizó a Moscú de lo ocurrido en Salisbury –que calificó de intento de asesinato– y anunció, como represalia, la expulsión de 23 diplomáticos rusos y la cancelación de todos los contactos de alto nivel entre ambos países.
Moscú, que rechazó todas las acusaciones por infundadas, exigió en respuesta la salida de 23 empleados de la Embajada británica, además de anunciar el cierre del consulado británico en San Petersburgo y de la oficina del British Council en Moscú.
El presidente ruso, Vladímir Putin, declaró hace una semana que es una tontería pensar que Rusia pudiera haber hecho algo semejante al ataque contra los Skripal de cara a sus elecciones presidenciales y la Copa Mundial de Fútbol.
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Subrayó que Rusia no tiene sustancias tóxicas de grado militar y fue la primera en destruir sus armas químicas bajo el control de los observadores internacionales, mientras que algunos de sus socios occidentales lo prometieron hacer pero todavía no han cumplido con sus compromisos.