En la última vuelta de tuerca del escándalo global, el director político de la jefa del Gobierno británico, Stephen Parkinson, ha negado su complicidad en supuestas irregularidades durante la campaña Brexit del referéndum europeo de 2016.
"No tuve ninguna responsabilidad en la campaña digital o de donaciones durante el referéndum y estoy seguro de que Vote Leave (Votad Fuera) actuó en todo momento dentro de la ley y de las estrictas normativas de gasto", ha declarado el asesor de May en un comunicado.
El chivatazo lo ha obtenido el semanario The Observer, y los protagonistas de la historia se han enzarzaron en una guerra de mutuas acusaciones incluso antes de su publicación prevista este domingo 25.
Sanni acusa a su ex amante de poner en riesgo su vida y la de otros amigos en Pakistán delatando su sexualidad, que mantenía en secreto de familiares y conocidos.
"Nunca imaginé que Stephen contaría al mundo, con la ayuda de Downing Street, que soy gay… sabía el peligro que causaría y por eso lo ha hecho", criticó a través de su abogado.
"Esto solo es una parte de una más amplia investigación sobre la utilización de datos personales por motivos políticos y necesitamos ahora tiempo para recoger y considerar las evidencias", señaló un portavoz de la Oficina del Comisionado de Información (ICO, por sus siglas en inglés).
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La consultora política está bajo sospecha de utilizar datos de unos 50 millones usuarios de Facebook, recolectados al parecer sin los debidos permisos, para micro dirigir mensajes electorales en beneficio de las campañas de Donald Trump y del referéndum Brexit.