En vista de que Rusia se niega a cumplir con la fecha límite que el Reino Unido le ha impuesto en relación a la exposición de Skripal a una sustancia neurotóxica en la localidad inglesa de Salisbury y de que la primera ministra británica, Theresa May, ha impuesto sanciones, McCormack cree que ha sido "un episodio del todo vergonzoso" para la élite política británica y para la gran mayoría de los medios de comunicación.
"Se han puesto a atacar [a Rusia] para culparla y hemos visto declaraciones completamente absurdas de boca del Gobierno británico, como cuando le han dicho a Rusia que tiene 24 horas para probar su inocencia. Detengámonos en lo que están pidiendo. No es que tengan que probar su culpabilidad, sino su inocencia".
El líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, ha criticado la reacción del Gobierno británico y ha sufrido un embiste por parte de la opinión pública.
"Esto solía ser algo de lo que el propio Reino Unido se enorgullecía: de seguir con pulcritud las normas, de tratar con diligencia las pruebas y de seguir los procedimientos pertinentes de forma adecuada. Está claro que ya no es así", lamenta McCormack.
La profesora critica que estén demonizando a Rusia y retratándola "como un estado canalla" y denuncia que faltan voces críticas con el comportamiento de Londres.
Lea más: Rusia rechaza el ultimátum del Reino Unido por el caso Skripal