"Venezuela no va a contar con una misión de observación electoral de la ONU, a menos que esa elección sea atrasada, que creo sería la principal condición", dijo De Alba, egresado de la Universidad Católica Andrés Bello.
El presidente Nicolás Maduro instó a la ONU a "que envíe una poderosa comisión de observación electoral y acompañamiento para el próximo 20 de mayo", fecha de los comicios.
Pero Maduro sostuvo al mismo tiempo que el Gobierno de Estados Unidos presiona al secretario general de la ONU, António Guterres, para que no envíe dicha misión.
"Tengo muy buena información de que, por debajo, en los órganos burocráticos de la Secretaría General de Naciones Unidas, hay una operación dirigida por el Departamento de Estado de Estados Unidos para que no se envíe una delegación de observación a Venezuela", afirmó el mandatario el pasado 9 de marzo.
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La ONU sostiene en su portal web que este tipo de asistencia "responde a las solicitudes de evaluación o, incluso, validación de la integridad de un proceso electoral que reciben las Naciones Unidas y, por lo tanto, siempre se basan en una decisión del Consejo de Seguridad o la Asamblea General" y no del secretario general.
Demasiado tarde
Por ello, De Alba alega que el pedido del Gobierno venezolano se hizo más tarde de los plazos establecidos.
“La ONU siempre ha dicho que hacen falta mínimo tres o cuatro meses de anticipación a un evento electoral para que pueda haber una misión de observación, y estamos a menos de dos meses del 20 de mayo”, dijo De Alba a esta agencia.
Además, “está claro que no podría realizarse sin la aprobación de la Asamblea General o del Consejo de Seguridad”, acotó.
Misión de observación
Para contar con la observación de la ONU, el Gobierno debería aplazar para julio las elecciones presidenciales y de consejos legislativos estadales y municipales.
Pero el 1 de marzo Maduro, que aspira a la reelección, y los candidatos presidenciales opositores Henri Falcón y Javier Bertucci firmaron un Acuerdo de Garantías Electorales con el Consejo Nacional Electoral (CNE) en el que se estableció como nueva fecha el 20 de mayo y se incluyó el pedido a la ONU de una misión de observación.
Además, el CNE decidió celebrar en la misma jornada comicios para elegir las asambleas legislativas de los estados (provincias) y los concejos municipales.
Aun si no se aplaza la fecha, es posible que se logre el envío de un panel de expertos electorales, “una comisión de carácter muy limitado”, y cuya aprobación depende del secretario general o del coordinador de las Actividades de Asistencia Electoral de la ONU, indicó De Alba.
La diferencia con la misión de observación electoral radica en que los expertos no deben estar presentes en todas las fases del proceso y en que no hacen públicas sus conclusiones.
“Ellos se encargarían de ayudar a lo que el CNE considere pertinente”, manifestó De Alba.
La ONU sabe que no puede enviar una misión de observación, “pero tampoco quiere cerrar la puerta”, opinó el experto.
Un amplio sector de la oposición venezolana solicitó a la ONU que no avale el proceso electoral del 20 de mayo con el envío de una misión.
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“¿Quieren garantías electorales y piden que no vengan observadores? ¿Cómo es esto?, ¿Por qué tanta contradicción?”, cuestionó el presidente.
De Alba alega que, por ahora, no se puede sostener que el foro mundial esté avalando el proceso electoral venezolano si envía a un grupo de expertos a constatar lo que ocurre en Venezuela y, a partir de entonces, decidir si observa o no las elecciones.
Un sector de la oposición venezolana, reunido en el recién creado Frente Amplio Venezuela Libre, decidió no participar en las elecciones presidenciales por considerar que no existen condiciones para unos comicios justos y transparentes.
El CNE sostuvo este jueves que los que no participen de las presidenciales tampoco podrán inscribir candidatos en los comicios legislativos locales y estadales.