La decisión del Banco Nacional de Hungría de regresar sus 33.000 millones de florines (unos 130 millones de dólares) en oro, fue explicada por razones de seguridad, en caso de una posible crisis geopolítica. También se defiende con la tendencia generalizada de los países de mantener sus reservas nacionales en territorio soberano. Así lo han hecho ya países como Austria, Alemania y Países Bajos, que también han tomado esa decisión recientemente.
Hungarian National Bank not messing about when bringing back Hungary’s gold reserves — were those guys needed to protect it or to "encourage" Bank of England to let it go? https://t.co/ANGNmtyzwU pic.twitter.com/QSIFxx6PPu
— Bron Suchecki (@bronsuchecki) 9 de marzo de 2018
Hungría mantiene las reservas de oro menos cuantiosas de Europa. Después de la Segunda Guerra Mundial, el país vendió gran parte de su tesoro con la intención de invertir en su deuda soberana. Después de la crisis de 2008, la tendencia global cambió y los principales bancos comenzaron a acumular el precioso metal como un valor de refugio ante una posible crisis financiera.
Estados Unidos y Alemania son actualmente los mayores tenedores de oro del mundo. Desde principios de siglo el precio del metal dorado se ha más que cuadruplicado y hoy supera incluso el precio de otros metales de reserva como el platino o el paladio.