"El 13 de marzo, el embajador de Gran Bretaña en Moscú, Laurie Bristow, fue llamado a consultas al Ministerio de Exteriores de Rusia; el primer viceministro de Exteriores de la Federación Rusa, Vladímir Titov, expresó una protesta decidida en relación con las acusaciones infundadas contra Rusia de implicación en el envenenamiento de Serguéi Skripal y su hija Yulia, formuladas por las autoridades británicas", dijo la Cancillería rusa en un comunicado.
Sin ello, todas las declaraciones de Londres no tienen sentido, en esta situación entendemos que el incidente es un nuevo intento grosero de desacreditar a Rusia por parte de las autoridades británicas", agregó.
El comunicado asegura que Rusia no está involucrada en el incidente de Salisbury y que las acciones de las autoridades del Reino Unido son "abiertamente provocativas".
Asimismo, la cancillería rusa afirmó que Moscú no dejará sin respuesta toda amenaza de sanciones tras la intoxicación del exagente británico en Rusia Serguéi Skripal.
"Ninguna amenaza de sanciones contra la Federación Rusa quedará sin respuesta", informó.
Este 13 de marzo el Ministerio ruso de Exteriores convocó al embajador británico, Laurie Bristow, en medio de la creciente tensión provocada en las relaciones bilaterales por el caso de Serguéi Skripal, un exagente de seguridad ruso residente en el Reino Unido que fue envenenado junto con su hija, Yulia, mediante un agente nervioso de origen supuestamente ruso.
El 4 de marzo la Policía británica encontró a dos personas inconscientes en un centro comercial en Salisbury, en el condado británico de Wiltshire, aparentemente envenenadas con un agente nervioso.
En 2006 una corte rusa le condenó a 13 años de cárcel por espiar a favor de un Estado extranjero.
Cuatro años después fue canjeado junto con otros dos individuos condenados por espionaje por diez personas detenidas en Estados Unidos.
En el mismo condado en que fueron envenenadas las dos personas se ubica uno de los laboratorios más secretos del Reino Unido en el que se desarrollaron agentes tóxicos durante la Guerra Fría.
Le puede interesar: La misma sustancia podría haber sido usada para envenenar a Skripal y Kim Jong-Nam
El 12 de marzo, la primera ministra británica, Theresa May, calificó de altamente probable que Moscú esté detrás del envenenamiento de los Skripal y dio de plazo hasta el miércoles para que la parte rusa presente una explicación.
La Cancillería de Rusia tachó de "circo" la declaración de May y afirmó que marca el inicio de una nueva campaña basada en una provocación.
El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, afirmó con anterioridad que Londres no ha proporcionado ninguna evidencia que apunte a la implicación de Moscú en el caso de Skripal, y que tampoco ha enviado solicitudes oficiales al respecto.
Por su parte, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, sugirió a Londres aclarar el intento de envenenamiento sobre el terreno antes de abordar el incidente con Moscú.
Lea también: The Spectator: que se respete la 'presunción de inocencia' en el caso del exespía envenenado
El ministro de Exteriores dijo que Rusia reclamó el acceso a los materiales mediante una nota formal, pero recibió del Reino Unido una respuesta ininteligible que, en el fondo, significaba el rechazo de sus demandas legítimas.