El expresidente catalán calificó a España de "democracia de pladur" y dijo que el conflicto político en Cataluña es "una guerra de largo recorrido".
"No dejaremos pasar ni una", advirtió Puigdemont, quien el 1 de marzo renunció provisionalmente a la presidencia de Cataluña.
Puigdemont defendió las medidas adoptadas por su gobierno la pasada legislatura y aseguró que el caso catalán "ha llegado lejos en las esferas internacionales" al tiempo que denunció "la pulsión autoritaria" del Ejecutivo de Mariano Rajoy.
Puigdemont mencionó que un empresario catalán, del que no dio el nombre, se ofreció a hacer de intermediario "con un ministro español" que tenía contacto directo con el presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy.
De acuerdo con su relato, el expresidente catalán se ofreció a dialogar de inmediato, pero Rajoy se negó.
"Mi decisión es mantener la lucha", aseveró el presidente cesado.