"El Nilo es la arteria vital de Egipto, Etiopía construye la presa del Renacimiento para vencer la pobreza, es un elemento de desarrollo, la presa no causara daño alguno y no incidirá negativamente en Egipto", afirmó el jefe del Gobierno etíope en conferencia de prensa.
Etiopía hizo público en 2011 el proyecto de construcción de la central hidroeléctrica Gran Presa del Renacimiento Etíope cerca de la frontera con Sudán, lo que despertó la inquietud de El Cairo, al estimar que estas obras podrían afectar el nivel de las aguas del Nilo.
El primer ministro etíope admitió que las partes tienen puntos de vista ligeramente discordantes, relacionados con algunos detalles de la construcción de la hidroeléctrica, pero aseguró que continuarán buscando un acuerdo.
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"Confiamos hacer este proyecto de tal modo que sea provechoso para ambos países", añadió.
"La mejor manera de solucionar este problema radica en la continuación de las correspondientes investigaciones técnicas, con el fin de evitar consecuencias negativas para los países de la cuenca del Nilo", alegó el mandatario egipcio.
Al Sisi señaló que tenía la intención de sumar al Banco Mundial al proceso de conversaciones sobre esta presa en las que participan Egipto, Sudán y Etiopía, en calidad de parte neutral.
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Las obras de la Gran Presa del Renacimiento Etíope comenzaron en 2012 y está previsto que concluyan entre 2018 y 2019.
Durante el tiempo que lleva en marcha la obra, los tres países se han reunido en más de una decena de ocasiones con el fin de llegar a un acuerdo sin lograr avances considerables.
Tras ser construida, la hidroeléctrica generará 6.000 megavatios de energía, por lo cual Etiopía podrá exportar electricidad.