El ministro subrayó que las sanciones occidentales permitieron a las empresas renovar la producción y aumentar el volumen de suministros al extranjero.
"Las sanciones, en cierta medida, influyeron en la reducción del volumen de comercio entre Rusia y Occidente por cierto período de tiempo. Pero le dieron un gran impulso a nuestro negocio, que comenzó a desarrollar activamente nuevos proyectos, lanzar nuevos productos industriales", señaló Mánturov.
El complejo agroindustrial, la maquinaria y la industria química se han convertido en impulsores de crecimiento durante el último año.
Koptélov añadió que, teniendo en cuenta las medidas estatales de apoyo a las exportaciones no primarias en 2018, su crecimiento va a continuar, pero la dinámica de crecimiento no será tan impresionante, puesto que cada vez hay menos nichos para productos rusos. En 2018, según el analista, es más probable que crezcan las exportaciones de productos de defensa, alimentos y algunos tipos de maquinaria.
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De todas maneras, aunque todavía hay aspectos que mejorar y desarrollar, Rusia está reduciendo significativamente su dependencia del petróleo, coinciden los expertos.