"No podemos bajo ningún concepto aceptar la exigencia unilateral de Corea del Sur sobre medidas adicionales", expresó citado por la agencia Kyodo.
Según Abe, el acuerdo entre Japón y Corea del Sur es una "promesa de ambas partes, y respetarlo es una norma internacional y generalizada".
Cuando el imperio de Japón ocupó la península de Corea de 1940 a 1945, unas 200.000 asiáticas, en su mayoría coreanas, fueron explotadas como esclavas en burdeles militares japoneses.
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Hoy en día quedan varias decenas de supervivientes confirmadas de aquella tragedia.
En enero pasado, Japón retiró por un tiempo a su embajador en Corea del Sur después de que una estatua similar fuese instalada frente al consulado japonés en Busan.
A finales de 2017 el mandatario de Corea del Sur afirmó que el acuerdo de 2015 con Japón no resuelve esta antigua disputa.