A pesar de su tamaño moderado —la longitud del dispositivo es de 30 centímetros— el 'UTE-GALÁPAGOS' cuenta con una impresionante funcionalidad científica y aplicada: en particular, permite monitorear la radiación en el espacio, así como enviar imágenes de la superficie terrestre.
El satélite fue ensamblado de componentes rusos por científicos y estudiantes de las dos universidades. Asimismo, la parte ecuatoriana participó en su configuración, manifestó a Sputnik el director del Centro de Cooperación Científico-Técnica e Innovadora con Países Iberoamericanos de la UESOR, Nikolái Frolov.
"Hace muchos años, con nuestra ayuda, se instaló en la UTE un centro estudiantil de comunicaciones espaciales. Es decir, el satélite lo operan los ecuatorianos: son ellos los que pueden emitir comandos, recibir señales y telemetría. Una hora y media después del lanzamiento, el satélite ya estaba operativo", subrayó.
De hecho, la cooperación entre la UESOR y la UTE —que cumplió 20 años este 2025— pretende formar personal nacional ecuatoriano capacitado en tecnologías espaciales, "incluido el procesamiento de datos satelitales, la operación del satélite y la aplicación de estos resultados a la economía de su país", subrayó Frolov.
Por su parte, el rector de la UESOR, Serguéi Yemeliánov, se refirió al lanzamiento como "una contribución real al fortalecimiento de la cooperación ruso-latinoamericana y un paso importante en el desarrollo de iniciativas de investigación y educación espacial".
Cabe señalar que el primer nanosatélite realizado entre la UESOR y la UTE fue lanzado en 2017. Su misión es recolectar información de la atmósfera terrestre y transmitirla hacia nuestro planeta. El segundo —para medir el campo magnético de la Tierra, entre otras tareas— fue enviado al espacio en 2019.
22 de diciembre, 03:15 GMT