"Tenemos mucho que hacer. Lo más importante es derrotar al enemigo. Por primera vez en la historia, Rusia está luchando sola contra todo Occidente. En la Primera Guerra Mundial y en la Segunda Guerra Mundial teníamos aliados. Ahora no tenemos aliados en el campo de batalla", destacó el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
Por eso, ahora no hay que bajar la guardia y solo se puede confiar en uno mismo, resumió.
También advirtió que el acuerdo comercial alcanzado por Estados Unidos y la Unión Europea (UE) que ancla a los países europeos a los combustibles estadounidenses, conduciría a un mayor declive del potencial industrial del continente.
Al comprar energía estadounidense a un precio excesivo, por valor de 750.000 millones de dólares, la UE se está perjudicando a sí misma, argumentó.
"Está claro que el combustible estadounidense será más caro que el ruso. Está claro que este enfoque llevará a una mayor desindustrialización de Europa", subrayó Lavrov.
Mientras tanto, las figuras como la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se jactan abiertamente de seguir este camino, agregó.
La semana pasada, el canciller ruso indicó que Europa sobrepasa los límites con su rumbo antirruso. Europa se enfureció y se sumó al "descaro internacional" contra Rusia, aseguró Lavrov. Por eso, Bruselas promueve activamente el discurso de la militarización, instando a los europeos a no prestar atención a los problemas sociales y los fracasos económicos, explicó.
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