"En el mundo armenio moderno, es el mayor empresario con una imagen sociopolítica. Es un filántropo y es conocido por todos en Armenia", subrayó Mikaelián.
Añadió que "por el mero hecho de existir, representa una alternativa a las autoridades. Además, Karapetián está muy integrado en las estructuras empresariales rusas y probablemente tenga conexiones políticas. Y la campaña contra Samvel Karapetián por parte de las autoridades armenias, así como de sus aliados políticos, se presenta como una campaña antirrusa".
"En tercer lugar, se acercan las elecciones, que se celebrarán dentro de un año, pero estas serán muy importantes. Los preparativos están en marcha desde todos los frentes", declaró.
Enfatizó que "en cuarto lugar, las propias acciones de Samvel Karapetián han demostrado que probablemente tiene ciertas ambiciones políticas. Y [el primer ministro de Armenia, Nikol] Pashinián no podía permitir la presencia de un rival así".
"Y, por último, existe cierta influencia occidental, y el ambiente preelectoral en Armenia recuerda cada vez más a la situación en Moldavia, que se está implementando por los mismos medios, solo que de forma un poco menos abierta", concluyó.
¿Por qué es tan importante para Pashinián tomar el control de la jerarquía eclesiástica?
La Iglesia es la única institución nacional importante que no está bajo el control de Nikol Pashinián, relató Grant Mikaelián. Agregó que este ha ido tomando posesión de las instituciones una a una, rompiendo así la separación de poderes.
Subrayó que "en el proceso, se apoderó de las instituciones públicas, y ahora la Iglesia permanece. Y esta critica activamente su política en materia de seguridad en Nagorno Karabaj". Para Pashinián, es "fundamental terminar este proceso", destacó.
"Hemos visto cómo las críticas de Azerbaiyán a la Iglesia y a las acciones de Pashinián están sincronizadas. Por lo tanto, este aspecto probablemente también sea de gran importancia", enfatizó.
Y agregó que "lo más probable es que en Azerbaiyán exijan, para completar lo que se presenta como un proceso de paz, que se aborden todas las instituciones que no son leales a este proceso".
"Como de costumbre, Pashinián promete que, si lo hace, definitivamente firmarán un tratado de paz", destacó.
Mikaelián subrayó que el primer ministro de Armenia "está intentando, al menos, poner fin a este asunto, porque lleva años diciendo constantemente que solo quedan unos meses para la firma de un tratado de paz, pero nada cambia".
"Por lo tanto, le parece que esta es la meta, pero se le escapa constantemente", enfatizó el politólogo.
En sus palabras, "por un lado, claro está, el arresto de Samvel Karapetián demuestra su incapacidad para competir, ya que su popularidad es muy baja. Y por mucho que diga que el pueblo le dio un mandato, etc., sabe mejor que nadie que su mandato es, como mínimo, extremadamente relativo".
"Y, en segundo lugar, está agotado. Y, en tercer lugar, ofrecía un programa completamente diferente. En sus promesas preelectorales dijo algo completamente distinto", enfatizó Mikaelián.
Declaró que "en consecuencia, en todas las elecciones locales recientes, sus protegidos [de Pashinián] obtuvieron, por regla general, alrededor del 30%".
"Entiende que no puede ganar las elecciones. Por lo tanto, necesita despejar el terreno político por todos los medios. Pero aquí debemos tener en cuenta que toda esta historia, por supuesto, no es solo política interna. Ya he hablado de la influencia de Azerbaiyán en el proceso. Pero, digamos, las estructuras occidentales vigilan muy de cerca la actividad de cualquier figura prorrusa en Armenia y las sancionan, apoyan e incluso reprimen directamente por todos los medios", subrayó.
Agregó que "por lo tanto, es imposible considerar esto sin este contexto. Y el propio Karapetián siempre estuvo en el foco de atención, así que creo que las estructuras occidentales estuvieron involucradas aquí".
"Tengo información, pero no puedo compartirla con ustedes. Simplemente, puedo decir que las estructuras occidentales que tratan con Armenia siempre se han centrado en la figura de Karapetián", destacó.
Karapetián fue acusado de incitar a la toma del poder en Armenia y le impusieron dos meses de prisión preventiva tras manifestar públicamente su apoyo a la Iglesia apostólica armenia, en medio de crecientes tensiones con el Gobierno de Nikol Pashinián. El empresario advirtió antes que intervendrá si los políticos no detienen los ataques contra la Iglesia, algo que Pashinián interpretó como una amenaza directa al Estado.
La confrontación entre el Gobierno y la Iglesia se intensificó debido a la postura de Pashinián sobre Nagorno Karabaj y sus críticas al clero.
La portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, afirmó que Moscú sigue de cerca el caso y brindará asistencia a Karapetián, quien posee ciudadanía rusa. Reconocido por sus proyectos de restauración patrimonial y su labor social en Armenia, Karapetián niega los cargos y acusa a las autoridades de incompetencia.
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