"Las personas tienen una inclinación por confiar en todo lo que les dicen los servicios de la inteligencia artificial. Eso es un riesgo, porque no sabemos cuál es la metodología, tampoco sabemos quién está detrás, quién es responsable del contenido que recibe la persona que lo solicita", manifestó el especialista portugués Alexandre Guerreiro, doctor en Derecho Internacional y Europeo.
Señaló, asimismo, que su aplicación aumenta la capacidad de las plataformas digitales hegemónicas como para "causar problemas sociales y políticos en determinados países".
Por su parte, el analista geopolítico argentino Christian Lamesa llamó a "agudizar más que nunca el sentido crítico" ante la parcialidad de los servicios occidentales de la inteligencia artificial.
"Con la inteligencia artificial te pueden llegar a mostrar cosas que no son reales, que son realmente farsas, ideadas por gente que quiere hacernos creer y ver realidades que no existen. Entonces, más que nunca se tiene que tener un sentido crítico de la información, no replicar informaciones que nos llegan por las redes sociales sin buscar justamente la verificación de las mismas, porque realmente pueden ser cuestiones muy peligrosas", recomendó.