De acuerdo con la Cancillería del país, a lo largo de su historia, el medio premiado recientemente por la Unesco ha promovido "la violencia, la injerencia, los crímenes de odio, la crueldad, la anticultura y los antivalores", actuando "al servicio y la promoción y defensa de ocupaciones e intervenciones militares y políticas norteamericanas en Nicaragua".
Con su paso, la Unesco se ha convertido en "promotora y cómplice", de una acción que ofende y agrede los valores de la identidad y cultura nicaragüense, "perdiendo su objetividad y descalificándose a sí misma".
"El Gobierno de la República de Nicaragua (…) comunica su decisión soberana e irrevocable de retirarse de dicha Organización", concluye el texto sellado por el ministro de Relaciones Exteriores de Nicaragua, Valdrack Jaentschke.