El pasado 4 de abril, como parte de su respuesta a los aranceles impuestos de
Donald Trump, las autoridades chinas anunciaron que
impondrán controles de exportación a Estados Unidos a siete categorías de tierras raras, elementos
ampliamente codiciados por Washington en la industria de la Defensa.Algunos de estos materiales son el samario, el gadolinio, el terbio, el disprosio, el lutecio, el escandio y el itrio, y todos ellos abundan en territorio chino y usualmente eran exportados al país norteamericano, que los utilizaba para la aviación militar. Sin embargo, la guerra comercial declarada por Trump ha hecho que Pekín tome represalias, y una de ellas —además de aranceles del 125%— fue la imposición de mayores controles para la venta de estos elementos. La Casa Blanca, por su parte, elevó a 145% sus gravámenes contra Pekín.
Los elementos restringidos, en particular samario, disprosio, terbio y escandio —apunta el estudio— son esenciales para producir imanes permanentes de alto rendimiento utilizados en sistemas avanzados de misiles, aviones de combate y armas de energía dirigida. Además, los imanes de samario-cobalto y NdFeB mejorados con disprosio o terbio son especialmente críticos por su capacidad para funcionar en condiciones extremas,
agrega el reporte.
"La capacidad nacional de Estados Unidos para extraer, refinar o procesar muchos de estos elementos es limitada, lo que deja expuestas cadenas de suministro críticas", advierte el análisis.
El galio también es importante para la elaboración de semiconductores y microchips utilizados para la defensa y electrónica de consumo, radares avanzados, sistemas de comunicación, inteligencia artificial y tecnología espacial y de satélites.
Harvey Kaye, director ejecutivo de US Critical Materials, dijo recientemente al medio
Newsweek que,
"de repente, los minerales críticos y las tierras raras son un arma geopolítica".El experto también considera que actualmente Washington está pagando el precio de haber permitido a Pekín adelantarse en el desarrollo y procesamiento de minerales críticos.
"Aunque había yacimientos prometedores en Estados Unidos, China inundó el mercado, haciendo caer los precios y adormeciendo a las empresas para que compraran minerales chinos", concluye.