Moscú basado
De acuerdo con los cálculos de Bloomberg, basados en los datos del Ministerio de Finanzas publicados recientemente, los ingresos totales en diciembre ascendieron a más de 4 billones de rublos [40.000 millones de dólares], un 28% más que en el mismo mes del año anterior. Se trata del nivel más alto registrado en los datos del Ministerio a partir de enero de 2011.
El informe de la agencia detalla que EEUU y sus aliados han tratado de limitar los ingresos por exportaciones e imponiendo más sanciones a la industria energética rusa y a los bancos que la atienden a fines del año pasado. Aun así, los ingresos por petróleo y gas aumentaron un tercio en diciembre respecto del año anterior y aumentaron un 26% para 2024, mientras que otras fuentes de ingresos registraron un avance similar para todo el año debido a los impuestos y dividendos en medio de un sólido crecimiento económico.
"El volumen de ingresos no petroleros ni gasíferos en 2024 superó significativamente las estimaciones de la ley de presupuesto 2025-2027, incluso de las mayores fuentes tributarias", señaló el Ministerio de Finanzas en un comunicado.
"Bueno, ¡qué sorpresa! ¡Nadie lo hubiera imaginado!", ironiza al respecto el analista internacional Marcelo Ramírez. "Realmente [las sanciones] son una cosa que no tenía sentido desde el inicio. La única explicación de eso era una decisión política en EEUU de dañar a Rusia a través de dañar a Europa. Porque en realidad lo que estaban haciendo era hundir el marcado europeo separándolo de Rusia, y eso debería perjudicar negocios rusos", explica el experto.
"Finalmente lo que terminó pasando es: sí, realmente dañó muchísimo la estructura europea, hasta tal punto que hoy se están planteando que el 31 de enero vence el paquete de sanciones, que son por un período determinado, y los europeos tienen que renovarlas. Y [el primer ministro de Hungría, Víktor] Orban está diciendo: 'van 15 rondas de sanciones. ¿Hasta cuándo? Esto evidentemente no funciona y nos perjudica a nosotros'", señala Ramírez.
El analista añade que respecto a la "desconexión [de Rusia] del SWIFT [por parte de Occidente], el sistema de pagos internacionales, el sistema bancario de intercambio, simplemente tampoco fue lo que imaginaron". "Yo recuerdo cuando se habló de desconectar a Rusia del SWIFT, que se hablaba de una bomba atómica financiera, y la realidad fue un 'chaski–boom', fue un petardo", sentencia Marcelo Ramírez.