"El día de hoy [15 de enero] nuestra sede diplomática en Oslo, Noruega, fue invadida y vandalizada por elementos fascistas que se encargaron de dejar claro a qué intereses responden (…) esperamos que las autoridades den inmediatamente con los responsables de estos atentados", expresó Gil a través de Telegram.
Al respecto, el canciller señaló que la responsabilidad de la inviolabilidad de las sedes diplomáticas es del Estado receptor.
Gil manifestó que el país y el mundo se dan cuenta "quiénes son estos desquiciados fascistas, capaces de arremeter contra los intereses del pueblo venezolano".
El 13 de enero, el Gobierno de Nicolás Maduro denunció ataques contra sus sedes consulares de Portugal, Alemania, Colombia, España y Costa Rica, y pidió a los Gobiernos de esos países avanzar con mayor celeridad en las investigaciones para determinar las responsabilidades de los actos violentos.
En ese entonces, Gil atribuyó los ataques a la "acción coordinada por los comanditos del fascismo desquiciado", en referencia a grupos violentos de oposición.
Además, el canciller denunció el 11 de enero un ataque con "bombas incendiarias" contra la sede del consulado en Portugal, apenas un día después de la investidura de Maduro para el período 2025-2031.
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