El Soyuz-2.1b, con el satélite de teledetección, despegó de la plataforma 31 de Baikonur a las 07:45 GMT. Se trata del segundo aparato Resurs-P que Rusia envía al espacio en lo que va de 2024, el anterior fue lanzado desde el mismo cosmódromo el 31 de marzo pasado.
Dotados de sensores hiperespectrales, esos satélites son capaces de captar imágenes con una resolución de 70 centímetros, lo que facilita el control de la degradación ambiental, la prospección de recursos minerales, la evaluación de las capas de hielo, el monitoreo de emergencias y la actualización de mapas topográficos y de navegación.
Este lanzamiento es el número 2.000 para los cohetes espaciales rusos que son sucesores del legendario R-7 Semiorka.
El R-7, que la Unión Soviética estrenó en 1957, fue el primer misil balístico intercontinental y sus modificaciones, entre ellas las gamas Vosjod, Vostok y Soyuz, permitieron poner en órbita el primer satélite artificial y enviar al espacio al primer cosmonauta, Yuri Gagarin.
De hecho, todos los lanzamientos tripulados realizados por la Unión Soviética y Rusia fueron llevados a cabo en los cohetes de la familia R7, por lo que el evento de hoy tiene una importancia y simbolismo especial.